Figura 2. Retinografía a color del ojo izquierdo En ambas retinografías se aprecia una atrofia peripapilar serpiginoide sin celularidad vítrea
Figura 3. Autofluorescencia ojo derecho: se observa un área hiperautofluorescente adyacente al área atrófica, que se corresponde con un brote activo.
Figura 4. Autofluorescencia ojo izquierdo: hipoautofluorescencia marcada de aspecto serpiginoide característica. También se observa una lesión foveal, que se corresponde con una membrana neovascular en tratamiento antiVEGF.
Figura 5. Tomografía de Coherencia Optica del ojo derecho macular. Membrana neovascular con fluído subretiniano adyacente a área de atrofia completa de retina externa peripapilar
La coroiditis serpiginosa es una coriocapilaritis que afecta especialmente a varones jóvenes de forma bilateral. Es típica la aparición brotes inflamatorios que causan isquemia de la coriocapilar, adquiriendo una imagen típica de atrofia serpenteante o serpiginoide. Habitualmente no hay evidencia de signos inflamatorios como vitritis, vasculitis o celularidad en cámara anterior. Los brotes dejan un legado atrófico que se corresponde con un área hipoautofluorescente en la autofluorescencia y una atrofia completa de la retina externa en la tomografía de coherencia óptica macular (OCTm). En la coroiditis serpiginosa clásica es característico que la lesión se inicie en el área papilar y los brotes inflamatorios se originen en los límites del área atrófica.
Para evitar su progresión, al igual que en otras uveítis posteriores, requiere en muchos casos tratamiento inmunosupresor.
Es relativamente común la aparición de membranas neovasculares (MNV) en los bordes de la lesión, que por lo general tienen buena respuesta al tratamiento anti-angiogénico (antiVEGF).