Retinografía (Clarus 700, Zeiss): múltiples lesiones amarillentas en sacabocados dispersas por periferia, atrofia peripapilar y 2 lesiones en mácula similares a las periféricas, pero con un halo grisáceo
Autofluorescencia verde (Clarus 700, Zeiss): las lesiones periféricas son hipoAF, lo que revela su naturaleza atrófica. De las 2 lesiones maculares, solo la inferior presenta un halo hiperAF. También hay otra lesión con halo hiperAF yuxtapapilar inferior
Tras 3 años de seguimiento se observa que no solo el número de las lesiones, sino también su tamaño, ha aumentado
OCT (Cirrus 5000, Zeiss): MHSR con proyecciones digitiformes hacia retina interna, lo que se conoce como pitchfork sign y sugiere una NVM inflamatoria
La lesión macular con halo hiperAF se ve como MHSR bien definido, redondeado y con una solución de continuidad en el EPR, lo que sugiere un foco de coroiditis activa
Mujer 21 años con antecedentes de miopía (equivalente esférico -6.00 AO) que acude por destellos y visión borrosa en OI, además de cefalea.
La AV es OD 20/25 y OI 20/25.
No presenta signos inflamatorios en polo anterior ni vitritis. En el fondo de ojo se observan múltiples lesiones redondeadas grisáceo-amarillentas en sacabocados dispersas por la periferia, así como una atrofia peripapilar y 2 lesiones en mácula similares a las periféricas, pero con un halo grisáceo. De estas lesiones, la superior muestra hipoautofluorescencia (hipoAF) (similar al resto de lesiones periféricas) y en la OCT se ve como un material hiperreflectivo subretiniano (MHSR) irregular con proyecciones digitiformes hacia la retina interna, lo que sugiere que se trata de una neovascularización macular (NVM) inflamatoria. La otra lesión macular con halo es también hipoAF pero con un halo hiperautofluorescente (hiperAF); en la OCT se ve como un MHSR redondeado sobre una solución de continuidad del EPR, lo que sugiere un foco de coroiditis inflamatoria. Se hace el diagnóstico de coroidopatía punctata interna (PIC). Se recomienda tratamiento antiangiogénico intravítreo y corticoides orales pero la paciente lo rechaza. Cuatro meses más tarde, la paciente refiere visión borrosa; se pauta prednisona oral a dosis de 1 mg/kg peso/día, pero la paciente abandona el tratamiento. Tras 3 años de seguimiento se observa que el número de lesiones en sacabocados ha aumentado, si bien no ha habido recidivas ni de las lesiones inflamatorias ni de la NVM inflamatoria. Ésta última ha sido envuelta por el EPR.