A. Retinografía a color (Clarus 500, Carl Zeiss Meditec ASG, Jena, Alemania) del ojo derecho simpatizante, mostrando una retina plicada y extensasa cicatrices coriorretinianas secundarias a retinopexia láser y criopexia.
B. Retinografía a color (Clarus 500, Carl Zeiss Meditec ASG, Jena, Alemania) del ojo izquierdo, mostrando lesiones coroideas depigmentadas y cambios pigmentarios en periferia media.
C. Tomografía de coherencia óptica (Cirrus 5000, Carl Zeiss Meditec ASG, Jena, Alemania) macular del ojo izquierdo en fase aguda, mostrando un desprendimiento exudativo neurosensorial y engrosamiento irregular de la coroides debido a la inflamación granulomatosa
La oftalmia simpática es una entidad poco frecuente que se caracteriza por una inflamación granulomatosa difusa bilateral. Es producida por una reacción inmunitaria secundaria a la exposición de antígenos oculares tras traumatismos o cirugías en el ojo desencadenante. Aunque el tiempo de presentación es variable, habitualmente debuta en el primer año tras el evento traumático. Desde el punto de vista clínico, los pacientes suelen referir síntomas inespecíficos sugestivos de inflamación ocular (visión borrosa, fotofobia, dolor… etc). El segmento anterior típicamente presenta una reacción inflamatoria con precipitados retroqueráticos granulomatosos que puede asociar sinequias posteriores. En algunos casos, aparece un engrosamiento iridiano secundario a la infiltración linfocítica. La presión intraocular puede encontrarse tanto elevada por disminución de filtración de la malla trabecular, como disminuida por afectación del cuerpo ciliar. Los hallazgos en el segmento posterior son variables, pudiendo presentar vitritis, coroiditis, afectación del nervio óptico, vasculitis y retinitis (aunque estos dos últimos no son frecuentes de forma aislada). Un hallazgo característico de esta patología son los nódulos de Dallen-Fuchs, lesiones blanquecinas/amarillentas dispersas de aspecto redondeado. También es posible encontrar desprendimientos de retina neurosensorial (DNS) exudativos secundarios a la inflamación, similares a los observados en la enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada. La tomografía de coherencia óptica (OCT) es de utilidad para evaluar la presencia de DNS, edema macular, neovascularización y el grado de afectación coroidea. En la angiografía con fluoresceína, es habitual la presencia de puntos hiperfluorescentes con fuga de contraste en tiempos tardíos. Por otro lado, en la angiografía con verde de indocianina es frecuente encontrarnos puntos hipocianescentes dispersos. En cuanto al tratamiento, este se basa en inmunosupresores sistémicos, siendo los corticoides habitualmente la primera elección, que deben combinarse con otros fármacos inmunosupresores para el control de la inflamación a largo plazo.