< volver

Toxoplasmosis ocular

Descripción

La toxoplasmosis es la causa más frecuente de coriorretinitis infecciosa en humanos. Está causada por Toxoplasma gondii, un protozoo parásito intracelular obligado, cuyo huésped definitivo es el gato y otros felinos. Los índices de infección son más frecuentes en las zonas tropicales. En esta infección ocurre una retinitis necrotizante con vasculitis; en la que la imagen típica es “un faro en la niebla”, que representa el foco blanco de retinitis bajo la inflamación vítrea. Puede ir acompañado clásicamente de una cicatriz adyacente pigmentada correspondiente a un brote antiguo; así como de vasculitis (es típica la arteriolitis de Kyrieleis), hipertensión ocular u otros signos de inflamación de tipo granulomatoso. La recurrencia suele suceder en los márgenes de la lesión antigua o cerca de ella, y el riesgo es mayor en el primer año tras el brote y en personas de mayor edad. El tratamiento clásico es la triple terapia con pirimetamina, sulfadiazina y corticoesteroides sistémicos, junto con la suplementación con ácido folínico. En España, el cotrimoxazol a dosis alta es una alternativa aceptable.

Comentarios

Toxoplasma gondii tiene tres formas: el ooquiste (forma del suelo), el taquizoíto (forma infecciosa activa) y el bradizoítio (forma latente). Existe un alto porcentaje de población con serología positiva para T. gondii, así como pacientes inmunosuprimidos infectados que podrían tener una serología negativa. La PCR de humor acuoso o vítreo es útil para la confirmación del diagnóstico.

Indicación

Mujer de 23 años que acude a Urgencias por miodesopsias en ojo izquierdo de dos meses de evolución. Como antecedentes cabe destacar una coriorretinitis por toxoplasma en el mismo ojo en 2016, con una reacción de hipersensibilidad tipo IV a cotrimoxazol oral.